Incluso en estos tiempos en los que soy feliz de otra manera todos los dias tienen ese instante en el que me jugaria la primavera por tenerte delante.
Hipocresía.
Llena de pensamientos coherentes,llena de sensatez, la mejor alumna de los errores, mi aprendizaje era excelente , casi era profesora y pretendía dar cátedras de como enfrentar la vida. FARSA. Era todo una farsa, me creía que había avanzado con paso firme y largo, cuando en realidad yo sabia que de mi llevaba un elástico enganchado que en el momento mas inoportuno me haría volver. Y hoy tengo que reconocer que soy una hipócrita y débil, que de los errores no aprendo, y me cuesta ser leal a mis propias palabras y pensamientos. Que de dignidad tengo cero, y de coherencia menos uno.
Yo se y admito que no soy lo suficientemente fuerte. Pero pienso que todo tiene sus límites, y llega un momento donde bajas la guardia, y es ahí donde el golpe te abomba y caes, y tratas de levantarte y caes... y otra vez a lo mismo en lo que estabas antes de subir la guardia, los golpes no dejaban marcas en ese tiempo, pero si retumbaba todo su eco dentro.
A nadie le gusta perder el control, sentimos que es un signo de debilidad, de no poder cumplir con lo propuesto. Pero aun así hay momentos en los que se te escapa de las manos, cuando el mundo empieza a girar y sólo por tu cuenta no te vas a salvar, no importa cuanto luches, caes.. y da tanto miedo.
Justo ahí, en el momento de la caída libre es cuando aparece el lado bueno: la oportunidad que le das a tus amigos de atraparte al vuelo.
Justo ahí, en el momento de la caída libre es cuando aparece el lado bueno: la oportunidad que le das a tus amigos de atraparte al vuelo.
La vida es como una obra de teatro: no es la duración sino la excelencia de los actores lo que importa. |
El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana. |
La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.
Ahora es mayor el agravio que el puro sentimiento, ahora recuerdo solo lo malo para acabar con esto.
Ya hoy todo termino, ya no queda nada de ti
Este será el último poema que lleve tu nombre.
Fuiste por mucho tiempo el ser que ocupaba todo mi universo,
El que con solo una mirada hacia estremecer mi cuerpo,
Pero fuiste, más un tormento que un anhelo.
te lleve en mi corazón y te jure amor fiel hasta este momento,
Te considere la persona más valiosa como para darte mi primer beso.
Pero ahora ya todo vario, tanto en mi corazón como en mis pensamientos.
Caigo una y mil veces en tus ojos. caigo una y mil veces en esas miradas, que sueño sola· caigo una y mil veces en ese jueguito que me planteas cuando intento sacarte de mi mente. caigo una y mil veces a esas tantas tentaciones que se alejan , pero vuelven y ahi estan latente con cada cosa que dices o haces.
A veces con el silencio decís todo. A veces una canción te ayuda a decir lo que necesitas decir. Otras veces hay que PEGAR UN GRITO
Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae, tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer.
Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae, tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer.
La amistad es una caja de cristal. Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.
Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.
Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu caja de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.
Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es.
A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia.
Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.
Es aquello por lo que darías todo.
Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.
Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu caja de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.
Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es.
A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia.
Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.
Es aquello por lo que darías todo.
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